El teatro de sombras tiene dos vertientes: una en la que
las sombras se realizan con las manos en una pared o pantalla en
blanco y otra en la que las sombras son creadas con siluetas de
diversos materiales sobre una pantalla en blanco.
Se trata, pues, de la representación
de historias o cuentos, donde los personajes y escenarios son
proyectados por un foco de luz sobre una pantalla blanca.
Generalmente, como las siluetas son poco expresivas, aunque se las
haga articuladas, hay que crear diálogos muy exagerados y,
frecuentemente, acompañar la representación con música.
Recursos necesarios:
- Un foco potente (de un proyector de diapositivas, por ejemplo)
- Una pantalla blanca (una tela blanca)
- Personajes: de diferentes materiales, rígidos o articulados, personas o animales.
- Decorado: elementos fijos que han de situarnos en un escenario concreto.
- Instrumentos o grabaciones si se va a usar música.
Puesta en escena:
Una vez elegido un texto que adaptar al
teatro de sombras hay que decidir el tamaño que va a tener pantalla.
Se regularán para ello la distancia entre el foco y la pantalla.
Según el tamaño de la pantalla se diseñan los personajes y
decorados.
Hay que calcular bien el equipo con el
que se cuenta y en base a eso incorporar más o menos elementos a la
representación: manipular personajes, cambiar siluetas de los
decorados, narrar y tocar música o manejar reproductores de CD,
etcétera.
Se considera mejor que ningún miembro
del equipo esté a la vista del público para no distraer la atención
de las sombras proyectadas.
Os dejo un ejemplo del CEIP Antonio Machado de Málaga con el cuento "¿a qué sabe la luna?"
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